Contexto histórico-social
El siglo XVIII ofrece un interés histórico indudable; marca el límite entre el
"antiguo régimen" y los comienzos del mundo contemporáneo. Supone, al mismo
tiempo, una revisión de las ideas y valores sobre los que se había basado hasta entonces
la cultura europea. Se produce una revolución del pensamiento en occidente, un examen
de los cimientos religiosos y políticos y un intento de renovación en todos los ámbitos.
Es el llamado "siglo de las luces" en el que impera un gran movimiento intelectual y
renovador que rige los destinos del siglo XVIII: La Ilustración.
Cuando hablamos del siglo XVIII, debemos tener en cuenta tres palabras clave: Ilustración, neoclasicismo y racionalismo.
En esta unidad, vamos a estudiar este periodo histórico, centrándonos en estos conceptos. Para ello os dejo algunas presentaciones y enlaces de interés:
En esta unidad, vamos a estudiar este periodo histórico, centrándonos en estos conceptos. Para ello os dejo algunas presentaciones y enlaces de interés:
- Completa información, con vídeos, enlaces y presentaciones: https://lclcarmen1bac.wordpress.com/2016/04/13/tema-10-la-literatura-espanola-en-el-siglo-xviii/
- https://pilarroman.com/lengua-3/el-neoclasicismo-en-espana/
- Presentación: https://es.slideshare.net/sandracv13/literatura-del-neoclasicismo-522252
Los autores de esta etapa consideraban que la literatura debería hallarse al servicio
de las transformaciones que impulsaba la ilustración en todas las esferas de la vida. Deacuerdo con este pensamiento, los escritores tienden a escribir obras con un fin
didáctico, dejando bien claros los principios que deben regir la conducta humana: el
decoro, la virtud y la rectitud moral. En el estilo se impone la claridad, para que la obra
pueda ser asimilada por un público numeroso. Los géneros que gozan de más prestigio
en la época son la crítica, que denuncia e intenta corregir los males sociales; el ensayo y
AUTORES
ENSAYO: Benito Jerónimo Feijoo, Jovellanos
PROSA DE FICCIÓN: José Cadalso
POESÍA: Tomás de Iriarte, Félix María Samaniego y Juan Meléndez Valdés
TEATRO: Leandro Fernández de Moratín